Chilenos (des)confiados. Recuperar confianzas

Padre Hugo Tagle

El tema de las confianzas –o desconfianzas– se repite majaderamente en las encuestas y pareciera no mejorar. Según reiterados estudios, los chilenos somos de los pueblos más desconfiados del mundo.

Porcentajes mayores o menores, el punto es que esto de desconfinar está inserto en la idiosincrasia patria. Quizá tiene algo que ver el carácter isleño de nuestra geografía, algo replegada hacia el interior, con sus "valles transversales" que configuran espacios que impiden o dificultan una mirada amplia, despejada, hacia el resto.

Paradojalmente, tenemos muchas ventajas que permitirían mayores grados de confianza mutuo, pero no las aprovechamos bien. Pienso en que tenemos un idioma común, espacios abiertos, costumbres sociales relativamente homogéneas. En fin, el tema da para mucho, pero aquí al menos, un par de pistas para crecer en ella.

Lo primero que agrede y disminuye la confianza es la inconsecuencia. Si se quiere crecer en confianza, se debe predicar con el ejemplo. La confianza sólo se obtiene con una coherencia de vida. Es exigente para los que ejercen posiciones de liderazgo, pero no hay otro camino. A su vez se debe confiar en el equipo de trabajo, compartiendo toda la información que sea de su interés, sin mentir o apelando a medias verdades. Hay que saber ser humildes y reconocer los errores apenas se cometen, sin esperar a ser sorprendidos o "pillados".

Fomente una suerte de "retroalimentación" en su lugar de trabajo. La transparencia es clave.

Entre más información disponga el equipo en su totalidad, tanto más crece la confianza y se disipan los recelos y sospechas. Evite los favoritismos. Mida a todos con la misma vara. Los dobles raseros son una forma muy rápida para destruir la confianza de los empleados. Sea siempre justo. Una virtud que se debe pedir constantemente. No es tarea fácil.

Evite y ataje los chismes y rumores. Para lograr una comunicación clara, transparente y sana, corte de raíz los rumores y las noticias falsas y menos, sea parte de ellos. El buen uso de las redes sociales es un desafío para toda organización. Recuperemos el arte de escuchar bien.

Para generar confianza en los equipos de trabajo es importante conocer a la otra persona, lo que se consigue escuchando, sin prejuicios o preparando respuestas preconcebidas.

Para ganar confianza, hay que confiar primero, aunque haya decepciones. Confiar supone que la principal meta es el éxito del conjunto, por encima de los propios intereses y ambiciones. Un primer paso para un proyecto de país común.